Agencias.- El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado el estado de emergencia nacional por el coronavirus. La medida abre la puerta a ofrecer más ayudas estatales para combatir la enfermedad.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ha informado recientemente que se está cerca de un acuerdo con la administración sobre un proyecto de ley para mitigar el impacto del brote. Se espera que el presidente dé más detalles en la rueda de prensa que ha convocado para las 19 horas (15 h en EE.UU.).
El republicano ha hablado este viernes con Emmanuel Macron, según ha confirmado en Twitter el presidente francés, sobre la pandemia, y ha acordado organizar una videoconferencia con líderes mundiales para el próximo lunes para coordinar los esfuerzos de investigación sobre una vacuna y tratamientos y trabajar sobre cómo responder a las consecuencias económicas.
Las pruebas en Estados Unidos se acelerarán dentro de la próxima semana debido a la coordinación con el sector privado, según ha informado el principal científico del gobierno en enfermedades infecciosas. En cuanto a la economía, las acciones estadounidenses están luchando por mantener las ganancias este viernes.
Por su parte, los demócratas del Senado han instado a Trump a invocar la Ley Stafford y otras solicitudes de declaración de desastre, que dicen liberarían más de 42 mil millones de dólares en fondos para los estados disponibles en el Fondo de Ayuda para Desastres.
Una declaración de emergencia permite a un estado solicitar un costo compartido federal del 75% para gastos que incluyen trabajadores de emergencia, exámenes médicos, suministros médicos, vacunas, seguridad para instalaciones médicas y más, según una carta que los demócratas enviaron al presidente a principios de esta semana.
En Estados Unidos solo se han hecho algunas declaraciones de emergencia por amenazas a la salud pública desde la década de 1960, y solo dos se han enfocado en brotes de enfermedades, cuando el presidente Bill Clinton en 2000 declaró emergencias en Nueva York y Nueva Jersey en respuesta al Virus del Nilo Occidental.
