Tijuana se complica, pero hay esperanzas
Es una tontería intentar incorporar a un delincuente a la economía de la sociedad: Julián Leyzaola
Tijuana Times.- La situación en Tijuana se complica, de acuerdo con los datos del gabinete de seguridad, nuestra ciudad continúa “complicada”.
Los números continúan poniendo a Tijuana al frente de las estadísticas de inseguridad a nivel nacional, y de acuerdo a algunas estadísticas a nivel mundial.
Apenas el pasado viernes López Obrador informó que a su gobierno se le salieron de control los homicidios en la ciudad fronteriza, después de haber logrado llevarlos a cuatro diarios.
“En particular en Tijuana los hemos disminuido, pero no han bajado los homicidios, a como estaba sí ha disminuido el número de homicidios, pero siguen habiendo”, precisó.
Al mismo tiempo el candidato a la alcaldía de Tijuana por la alianza “Juntos Haremos Historia en Baja California”, Arturo González Cruz, se pierde en banalidades y plantea regresar a los Tucanes de Tijuana, acompañados de la apología al crimen.
Hay un rayo de esperanza, luego de que el presidente López Obrador, reconoció el aumento de la violencia en Tijuana, el teniente coronel Julián Leyzaola declaró durante una entrevista que “la inseguridad no se resolverá con políticos, sino con personas capaces y honestas que lleguen al gobierno a trabajar de inmediato para resolver la situación y no para hacer política”.
De acuerdo con el más reciente sondeo de Arias Consultores el candidato a la alcaldía por el PRD, cuenta con un 47 por ciento de la intención de voto de acuerdo.
La historia de Leyzaola con Tijuana le brinda serias posibilidades de ganarse la silla.
Julián Leyzaola nacido el 27 de febrero de 1960 en Culiacán, Sinaloa es un ex oficial del ejército mexicano y ex jefe de policía y secretario de seguridad pública de Ciudad Juárez. Se convirtió en el nuevo policía principal en Ciudad Juárez después de servir como jefe de la policía estatal de Baja California, y se le “atribuye la limpieza de Tijuana” de la violencia de las drogas donde lanzó “una ofensiva contra el crimen organizado y la corrupción policial”, Leyzaola es un héroe de la ley mexicana que limpió dos ciudades importantes de drogas y nunca aceptó un soborno. Estos logros le costaron muy caro ya que recibió un disparo y se paralizó cuando regresaba de un viaje a México.
Leyzaola fue nombrado jefe de la policía de Tijuana el 10 de diciembre de 2008, cuando la ciudad se encontraba plagada de violencia luchó para desmantelar la corrupción dentro de las fuerzas policiales, y nombró comandantes militares y agregó nuevos patrulleros a su estrategia de seguridad.
Tijuana estaba sufriendo sus días más oscuros cuando Julián Leyzaola Pérez se destacó en 2008 y 2009 como un jefe de policía de mente dura que se burlaba de los narcotraficantes, perseguía a los delincuentes e incluso arrestaba a sus propios oficiales, ganando tanto a los seguidores ardientes como a los críticos vehementes.
El candidato a la alcaldía recordó que durante su última visita a la ciudad, el presidente recibió información incorrecta sobre la estadística de homicidios.
Hoy que el señor presidente tiene los datos duros, verídicos, de lo que sucede en Tijuana, y sabemos que está rebasada totalmente la autoridad local, yo le puedo asegurar al presidente que somos nosotros, el equipo que estamos procurando llegar a ocupar la presidencia municipal, los que podemos ayudarle a solucionar el problema”.
Y agregó: “Yo le puedo decir que tenga la tranquilidad que a Tijuana le queda poco tiempo de seguir siendo la ciudad más violenta del mundo, porque vamos a recuperarla pronto”.
El problema de Tijuana no es la violencia, el problema de Tijuana es la corrupción gubernamental, si nosotros aplicamos el programa integral de recuperación de la ciudad en seis meses podríamos recuperar la estabilidad y en año y medio recuperar la tranquilidad.
Leyzaola aseguró que es tiempo de tener al frente a personas comprometidas con una misión: unir a los tijuanenses en un solo frente para rescatar a su ciudad, sin dividirlos por meros intereses económicos o partidistas.