San Diego (Agencias).- El segundo condado más grande de California se salvó por poco el martes de tener que dar marcha atrás en su regreso a la normalidad, escapando de un importante revés económico relacionado con el coronavirus.
San Diego tenía una tasa de casos per cápita, ponderada por el número de pruebas, de 6,9, según los datos publicados por el estado para la semana que terminó el 12 de septiembre. Si la tasa hubiera estado por encima de 7,0, las empresas habrían tenido que reducir sus operaciones.
La tasa fue de 7,9 la semana anterior, lo que hizo que el condado advirtiera que estaba al borde de dar marcha atrás. La tasa de porcentaje de pruebas positivas del condado fue de 3.8, manteniéndose muy por debajo de la tasa del 8% que requeriría cierres.
El Dr. Mark Ghaly, secretario de la Agencia de Servicios Humanos y de Salud de California, dijo que San Diego ha trabajado arduamente en el rastreo y las pruebas de contactos y que las autoridades aún estaban tratando de comprender las razones del aumento en su tasa de casos a principios de este mes. Señaló un brote de más de 850 casos en la Universidad Estatal de San Diego.
California ha tenido éxito con el virus. Pero el brote en el campus amenazó con poner a San Diego por encima de un umbral estatal para casos que obliga a muchas empresas a cerrar o restringir las operaciones en interiores.
Para algunos, habría marcado el tercer cierre desde que California instituyó la primera orden de cierre estatal en marzo.
Ha sido un giro vertiginoso para el condado de 3.3 millones de residentes que hace menos de un mes era el único en el sur de California con un número de casos de virus lo suficientemente bajo como para avanzar a un segundo nivel en el sistema de cuatro niveles del estado para la reapertura.
San Diego aún podría trasladarse a un nivel más restrictivo si aumentan los casos y tendrá que esperar al menos tres semanas para avanzar a un nivel menos restrictivo. Su nivel actual limita la capacidad interior al 10% para gimnasios y al 25% para restaurantes.
