Agencias.- Luego de un año en el que las telecomunicaciones fueron uno de los pocos sectores beneficiados en la “nueva normalidad”, 2021 se perfila como el despegue de la tecnología 5G en México, que se constituirá en el nuevo tablero de competencia para las empresas, empezando por la subasta del espectro de 3.4 a 3.45 Gigahertz que se había suspendido debido a la pandemia.
“El confinamiento y el trabajo a distancia exacerbaron las crecientes necesidades de conectividad y entretenimiento de los consumidores, reflejándose en atractivas adiciones de unidades generadoras de ingresos (UGIs), bajas tasas de desconexión e importantes crecimientos en el tráfico de datos”, señala el reporte Telecomunicaciones. Sentando las bases para el crecimiento futuro, elaborado por Grupo Financiero Banorte.
Agrega que, si bien estos cambios en los hábitos de consumo serán permanentes y 2021 se perfila para ser de recuperación económica, las adiciones netas de usuarios podrían moderarse ligeramente debido a la elevada base de comparación, pero a pesar de ello la migración de redes hacia nuevas tecnologías, como la 5G y de fibra óptica (como la fibra óptica pasiva con capacidad de gigabit o GPON, por sus siglas en inglés), sentarán las bases para el crecimiento del sector en el mediano plazo.
La tecnología 5G es la última de las etapas por las que han pasado hasta ahora las telecomunicaciones, que empezó con el 1G , totalmente analógica y que permitió realizar llamadas telefónicas; el 2G que incorporó los mensajes de texto; el 3G que introdujo el internet móvil; y el 4G, que aportó la banda ancha móvil, gracias a la cual los teléfonos celulares pueden ofrecer, entre otros, videos en directo.
Entre otras capacidades, 5G permite que la velocidad en las redes alcance a 10 Gigabite por segundo (Gb/s), 10 veces más rápido que con 4G, lo que los usuarios apreciarán al momento de descargar un video, por ejemplo, que en lugar de tardar minutos se podrán completar en segundos.
Será como pasar de circular en una carretera de un solo carril a una autopista, señala BBVA en un reporte sobre esta tecnología.
La cobertura para los teléfonos celulares, por ejemplo, también mejorará frente al 4G, será más uniforme, al margen de donde se ubique el receptor de la señal, y la latencia, es decir, el tiempo que tardan los datos en recorrer la distancia entre el emisor y el receptor, se reducirá hasta llegar a 1 o 2 milisegundos, frente a los 20 milisegundos de las redes 4G actuales, sin lo cual los vehículos autónomos no serían posible.
