Por Mario Alberto Estrella.- Una gran polvareda se ha levantado a ambos lados de la frontera, luego de que cual evento cataclísmico se anunciara “la madre de todas las caravanas”.
Por su parte el gobierno de Estados Unidos ha amenazado con cerrar la frontera con México para frenar el paso de migrantes, a la vez que el gobierno mexicano a dicho que recibirá a los migrantes con brazos abiertos.
Sin embargo la que se anunciaba como “la madre de todas las caravanas”, que se esperaba saliera de América Central parecía más bien algo así como el bebé de todas las caravanas: un grupo de unos 40 migrantes salió el sábado hacia Estados Unidos desde la capital de El Salvador.
No quedó claro de inmediato si planeaban reunirse con otros migrantes de Guatemala y Honduras, pero el Gobierno hondureño ha negado que se esté formando otra caravana de migrantes desde su país.
Contrario a ocasiones anteriores, la actual caravana carece del respaldo y la financiación con la que contó la caravana del 5 de octubre.
En aquel entonces agencias de inteligencia detectaron que las caravanas de migrantes estaban “bien planificadas” y “bien organizadas”.
En una entrevista un alto mando de inteligencia de Guatemala afirmó que “Esto no fue un evento espontáneo. Estaba bien planeado. Estuvo bien organizado.
Hubo una llamada el 5 de octubre en Honduras para que los ciudadanos se unieran a una “caminata migratoria masiva a los Estados Unidos”, dijo. “Detectamos la preparación logística en Guatemala y México, para poder llevar a todas estas personas a la frontera sur de los Estados Unidos”.
Dijo que la organización principal detrás de las caravanas era una organización no gubernamental con sede en Chicago, llamada Pueblos Sin Fronteras, dirigida por la organizadora y pastora Emma Lozano.
Desde el 27 de noviembre las redes sociales de Pueblos sin fronteras se encuentran prácticamente paralizadas.
https://www.facebook.com/pg/PuebloSF/posts/?ref=page_internal
Sin embargo en esta ocasión, la respuesta norteamericana ha sido superlativa. La Casa Blanca reiteró que el presidente Donald Trump, cerrará la frontera con México la próxima semana para frenar la llegada de inmigrantes a territorio estadounidense, sin importar las consecuencias económicas para el país.
En declaraciones a la cadena ABC, el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, aseguró que solo “algo dramático” haría que el mandatario no cerrara la frontera.
El sábado, el Departamento de Estado anunció que había comunicado oficialmente la decisión de Trump al Congreso.
Por su parte El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró hoy que no responderá a su homólogo estadunidense, Donald Trump, respecto a la situación migratoria, pues dijo, toma en serio las advertencias y prefiere ser prudente.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario dijo que prefiere “no adelantar vísperas” por un eventual cierre de la frontera.
“Por nuestro territorio pasan migrantes centroamericanos y tenemos que ordenar esa migración y conseguir que se protejan sus derechos humanos pero serenos, tranquilos, sin aspavientos, con mucha prudencia y responsabilidad”.
La secretaria de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, pidió este lunes que se desplacen más efectivos a la frontera con México y que se incremente el número de migrantes devueltos.
En una circular enviada al comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés), Kevin McAleenan, Nielsen solicitó que lleve a cabo de “inmediato” una reasignación temporal de personal y recursos en el linde para afrontar el flujo de migrantes, según un comunicado del DHS.
Nuevamente parece que se utiliza a la figura de los desposeídos como un arma política, la vieja estrategia de ahí viene el lobo, se repite