Mordaza binaria a lo políticamente incorrecto
Mario Alberto Estrella.- En función de nuestras creencias ensamblamos el panorama de cómo es nuestro universo y lo vamos narrando poco a poco. Le damos una estructura coherente a lo que sucede ante nuestros ojos.
La narrativa es esa gran historia que se ha colocado frente a nosotros. Es la manera como nos explicamos el mundo.
Todos a lo largo de nuestra vida vamos construyendo nuestra narrativa, en pocas palabras nos vamos echando un cuento.
Un día la tierra es plana sostenida por una tortuga gigante y al otro… es una esfera que gira alrededor del sol… luego, plana una vez más.
La historia la escriben los vencedores, al menos así fue hasta la llegada del internet, cuando todos tuvimos la oportunidad de contar nuestra parte de la historia.
La web significó una verdadera amenaza a la narrativa oficial, sin embargo con la llegada de las redes sociales, los gigantes de la tecnología poco a poco han ido confinando a los medios alternos al exilio digital.
Hoy los diferentes vectores se enfrentan en una contienda por el control de la narrativa y un mismo hecho cambia de sentido dependiendo de quien te lo cuente.
De esta manera cuando alguien afirma que el crecimiento económico es del cero punto cero porciento podemos estar tranquilos porque con la nueva narrativa significa que ni perdimos ni ganamos, sino todo lo contrario.
Al mismo tiempo que crecen las fuentes de información el algoritmo se fortalece imponiendo una mordaza binaria a lo políticamente incorrecto.
Nombres como Jones y Jalife hasta naciones como Palestina han sido borrados paulatinamente por el algoritmo.
Diariamente trending topics considerados incendiarios son reemplazados por futbolistas, como si el desconcierto social se apagará con una pelota y 22 calzonudos en una cancha.
Es tiempo de que tomemos el control de nuestra narrativa, por más que el algoritmo insista con la telenovela de las 8.