Tijuana Times.- Hasta un millón de estadounidenses llegarán a Washington este miércoles, cuando el Congreso se movilice para formalizar las elecciones de noviembre. Si los medios lo tergiversan, el evento podría ser la chispa de la madre de todas las rupturas nacionales.
En un momento de la historia de Estados Unidos en el que el escenario político parece oportuno para estallar, correspondía a los medios masivos proporcionar el relato más imparcial de la contienda presidencial entre Trump y Biden.
Pero, al parecer, eso era pedir demasiado al Cuarto Poder, que se inclina tanto hacia la izquierda que amenaza con volcar a toda la república. De hecho, si la tumultuosa presidencia de Donald Trump ha demostrado algo, es cuán efectivos pueden ser los medios para destruir a cualquier individuo, incluso al POTUS, cuya cosmovisión política es diametralmente opuesta a la del establishment.
Desde el Russiagate, el juicio político hasta la lucha contra el coronavirus, el complejo industrial de los medios de comunicación no ha logrado ser un observador imparcial. En cambio, se ha comportado como un actor real, otro grupo activista radical, aunque el más poderoso de todos, en el gran esfuerzo por derrocar a Trump. Sin embargo, tal intriga podría muy bien ser contraproducente y llevar al país a la tan anunciada ruina final.
Actualmente, cientos de miles de estadounidenses de todos los ámbitos de la vida están llegando a Washington, DC para lo que puede figurar en los libros de historia como uno de esos momentos decisivos y decisivos que cambiaron el curso del país para siempre.
En medio de numerosas acusaciones de fraude e ‘irregularidades’ en las elecciones presidenciales de noviembre, un número creciente de republicanos, incluidos Ted Cruz (Texas), Josh Hawley (Missouri) y Marsha Blackburn (Tennessee) han dicho que no certificarán la victoria de Biden ante la ausencia de una investigación de emergencia.