Por Mario Alberto Estrella.- Una vez más suben las tensiones entre México y Estados Unidos.
La frontera norte se ha convertido en el nudo gordiano de la actual administración.
Caravanas (más imaginarias que reales), amenazas constantes de cierre y ahora hasta un enfrentamiento entre militares de ambas naciones, mantienen a la franja divisoria como el centro de la discordia.
En Tijuana las compañías industriales de la zona registran 17 millones de dólares en pérdidas durante el mes de abril debido al cierre parcial de la garita comercial ubicada entre Tijuana y Otay Mesa, en California. La cifra equivale a 600 camiones de carga que han permanecido rezagados por la reducción de carriles en la garita, pues pasaron de 10 a ocho desde el 1 de abril, informó el presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación, Luis Manuel Hernández González.
Luego de un incidente en la frontera con Texas en el que dos soldados estadounidenses en una zona remota de Texas fueron confrontados por militares mexicanos que pensaron que habían ingresado a México, según autoridades de Estados Unidos. De acuerdo a reportes, las tropas mexicanas desarmaron a uno de los soldados estadounidenses.
El Presidente de aquél lado, Donald Trump,volvió hoy a amenazar con cerrar la frontera sur de su país con México y enviar a más militares debido a una presunta caravana activa de migrantes que se dirige a Estados Unidos en estos momentos. El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, planteó que su Gobierno va a “actuar de conformidad con la ley” y analizará el incidente.
El mandatario argumentó que los soldados de México “recientemente sacaron armas” contra los efectivos de la Guardia Nacional estadounidense, lo que dijo que “probablemente” fue una táctica de distracción para los traficantes de drogas en la frontera.
Por su parte el mandatario mexicano dijo que su Gobierno va a “actuar de conformidad con la ley en el marco de nuestra soberanía” y recalcó que su gobierno no va a pelear con el de los Estados Unidos. “Nosotros queremos mantener una relación respetuosa y de amistad con su Gobierno”.
Planteó que el Gobierno mexicano va a analizar el incidente y a tomar en cuenta los señalamientos del mandatario estadounidense en el marco de una relación de “respeto mutuo y de cooperación para el desarrollo”.