Tijuana (Especial).- Los niños se aglutinaron en un autobús, sentados en dos filas ordenadas, mirando por encima de los cuadernos en los escritorios donde antes había asientos para pasajeros. En los compartimentos de equipaje, el profesor colgó utensilios: letras de colores y pinturas de acuarela.
En Tijuana, a pocos kilómetros de Estados Unidos, en un sucio estacionamiento al lado de un refugio para migrantes, un autobús está ofreciendo una rara oportunidad de escuela a niños mexicanos y centroamericanos.
Para la mayoría de las varias docenas que han pasado por el programa desde que comenzó a mediados de julio, la educación era un sueño distante en las semanas o meses transcurridos desde que sus padres decidieron dirigirse al norte para buscar refugio o una vida mejor.
Estefanía Rebellón, directora del programa llamado ‘Yes We Can’ (“Sí, podemos”, en español), dijo a Agencia Reuters que ofrece educación bilingüe especializada para niños que tienden a un bajo nivel de alfabetización y luchan con sus habilidades sociales.
