Tijuana Times.- El mundo comienza a mostrar señales de una “Nueva Normalidad” que no es otra cosa que una libertad condicional cibernética.
Nueva York ha lanzado un nuevo programa de “pasaporte” Covid-19 en los principales lugares de eventos, y se les pide a los espectadores que usen una aplicación de teléfono para demostrar que han sido vacunados, como lo exigen las pautas estatales, o se les prohíbe la entrada.
El “Excelsior Pass” se probó por segunda vez en el Madison Square Garden el martes durante un juego de los New York Rangers, y funciona como una tarjeta de embarque móvil que transmite el estado de las pruebas y las vacunas de los asistentes. Si bien hizo su debut en el Barclays Center a fines del mes pasado, el gobernador Andrew Cuomo dio a conocer el proyecto en un anuncio esta semana, insistiendo en que los datos del pase se mantendrían “completamente confidenciales”.
“El Excelsior Pass desempeñará un papel fundamental para llevar información a los lugares y sitios de una manera segura y optimizada, lo que nos permitirá acelerar la reapertura de estos negocios y acercarnos un paso más a alcanzar una nueva normalidad”, dijo. destacando que la participación es “voluntaria” por ahora.
Por su parte Israel ha presentado un brazalete de seguimiento de coronavirus como alternativa a una cuarentena de dos semanas para los viajeros entrantes, lo que generó preocupaciones sobre la privacidad cuando un tribunal superior se movió para frenar el papel de la agencia de espionaje Shin Bet en el rastreo de contactos.
Un programa piloto para el brazalete de rastreo comenzó el lunes en el aeropuerto Ben Gurion, donde se distribuyeron 100 dispositivos a los viajeros que llegaban como una forma de evitar una estadía en un hotel de cuarentena administrado por militares. En cambio, aquellos que opten por el sistema de brazalete, que cuenta con la pulsera electrónica, una aplicación de teléfono inteligente y un dispositivo de rastreo montado en la pared, podrán regresar a casa para esperar el período de aislamiento de dos semanas.
Si bien el dispositivo alertará a las autoridades si los participantes se aventuran demasiado lejos del rastreador montado en la pared, Ordan Trabelsi, director ejecutivo de SuperCom, la compañía detrás del brazalete, dijo que no recopila ninguna otra información, insistiendo en que la tecnología es mínimamente intrusiva.
“Nadie está obligado a hacerlo, pero a los interesados les da otra opción: más flexibilidad”, dijo.