Por Mario Alberto Estrella.- Hace un año ya que comenzamos con el proyecto de TJ Times, no por que al mundo le hiciera falta un medio de comunicación más, sino porque hacen falta más voces independientes ayudando a escuchar más allá del ruido que satura la red.
Más vale una mentira que no pueda ser desmentida que una verdad inverosímil. Dijo Joseph Goebbels. La historia está plagada de mentiras, o como ahora les llamamos “fake news”.
En un afán por controlar nuestros destinos, aquellos dueños del poder verdadero nos tiran de cuando en cuando un ideal, una fantasía, una nueva zanahoria.
Democracia es una de esas palabras que funcionan como comodín para los paladines de la política contemporánea. En mi opinión la democracia ha sido un bello espejismo, al igual que la independencia, igualdad y justicia, de cuando en cuando aparecen estas ideas en el imaginario colectivo.
Pero a la larga las aguas vuelven a su cauce, así pues, luego de luchar por dejar de ser esclavos nos convertimos en deudores, cientos de años después de las luchas independentistas le abrimos paso a la globalización y poco a poco entregamos nuestra soberanía y recursos a entidades transnacionales. Hoy vemos cómo se desvanece la democracia de la faz de la tierra, lentamente sin que nadie realmente se oponga a ello, y no me refiero a las versiones tercermundistas como Venezuela y Bolivia que más puntualmente deberíamos llamar “ineptocracias”. Si no al gran esquema de las cosas, en 2018 Xi Jinping logró eliminar las mecanismos legales que impedían su permanencia en el poder indefinidamente, así que el Winnie The Pooh de la geopolítica se mantendrá al frente del gigante asiático mientras él quiera. En ese mismo tono, hace unos días Vladímir Putin, anunció una serie de cambios constitucionales, que desembocaron en la renuncia de su primer ministro y todo su gabinete, el hombre fuerte de Rusia lleva ya más de veinte años ostentando el poder. Sin embargo la jugada de Putin dista mucho de ser un atentado a la democracia.
En palabras del brillante geo politólogo Daniel Estulin, El 15 enero Putin simplemente despidió a su gabinete como un mensaje a los banqueros de Londres, deshaciéndose de una institución que había sido corrompida por los carteles financieros desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
La situación económica en Rusia al igual que en todo el mundo ha venido deteriorándose desde 2012, Con esta jugada Putin pretende liberarse del yugo del Fondo Monetario Internacional y la globalización financiera.
Sólo para tener en cuenta. En los últimos 20 años la onza de oro ha pasado de los 260 dólares a 1578.
Ya lo dijo Voltaire: “Para saber quién gobierna sobre ti, simplemente encuentra a quien no estás autorizado a criticar.”
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