Por Mario Alberto Estrella.- Lo acontecido en el 17 de octubre en Culiacán, es un grave síntoma, de una enfermedad que viene atacando a México desde hace varias décadas.
El cáncer ha hecho Metástasis en lo más profundo de nuestra sociedad y a estas alturas es casi imposible extirpar el tumor e intentar salvar al paciente.
Hace 10 años cerca de medio millón de mexicanos estaban involucrados en actividades ligadas al narcotráfico. De acuerdo con especialistas, en México el 78 por ciento de los sectores económicos están infiltrados por el narcotráfico.
¿Existe alguna manera mágica mediante la cual el viernes esos quinientos mil angelitos cuelguen sus armas y se presenten el lunes a las 6 de la mañana para abrir la segunda caja del Oxxo, por menos de 2000 pesos a la semana?
Existen lugares de México donde la presencia del Estado es una mera pantomima, como Tamaulipas donde desde hace más de 12 años patrullan abiertamente las huestes del Cartel del Noroeste.
Ahí mismo justo hace un año tuvieron que ser cancelados los foros por la paz y en ese mismo lugar nuestras fuerzas armadas no pudieron ni comprar gasolina.
El dinero del narcotráfico se ha infiltrado en todo… literalmente en todo, procuración de justicia, fuerzas del orden, hay quienes aseguran que hasta han puesto presidentes.
Sin embargo este mal no es creación nuestra, de sobre manera ha sido documentada la injerencia de la CIA y la DEA en estos menesteres. Desde 1982 La CIA utilizó a los capos de la droga y a funcionarios de altos rangos, para combatir la “amenaza latente” del comunismo en América Latina.
El escándalo Irán-Contra dejó al descubierto que agentes de la CIA se coludieron con narcotraficantes para financiar a la contra nicaragüense. Según versiones el mismo Pablo Escobar mandó 92.000 kilos de cocaína a la DEA durante tres años.
En México el problema se agudizó tres años antes de la llegada de Felipe Calderón al poder, durante 2003 Nuevo Laredo, Tamaulipas, ardió en llamas y a la fecha, 16 años después la paz nunca volvió a casa.
Recientemente la Secretaría de Gobernación se pronunció a favor de la legalización de las drogas. Sin embargo el problema a estas alturas no son las drogas mismas, el problema actual es el poder que han acumulado los grupos delictivos, capaces de humillar a las fuerzas armadas, al presidente y a toda la nación.
Cierto es que “la violencia no se combate con la violencia”, pero luego de 290,000 almas sólo nos queda agregar que mientras no sea atacada su estructura financiera, serán vanos los intentos por frenar la delincuencia.
Fuentes:
http://wradio.com.mx/radio/2009/12/13/judicial/1260727680_923771.html
https://elpais.com/especiales/2016/guerra-narcotrafico-mexico/