Tijuana, Times.- El Gobierno de Morena en Baja California, que encabeza Jaime Bonilla, ofreció pagar mil 230 millones de pesos por expropiar 52 hectáreas del Club Campestre, apenas el diez por ciento del valor del predio.
El Club Campestre de Tijuana cuenta con 504 mil 379 metros cuadrados, un campo de golf profesional y un área de club que incluye múltiples servicios para sus 800 familias accionistas. Fundado en 1948, con altas y bajas en su larga historia, hoy es una joya ambiental que Tijuana puede presumir al mundo. Y sí es propiedad privada.
Por su parte el presidente del Club Campestre de Tijuana, Gastón Toledo, negó que las instalaciones sean una cantina y anunció que alistan su defensa ante las intenciones de expropiar el inmueble.
“Es falso que el Club Campestre sea una cantina, no señores, aquí acudimos hombres y mujeres dignos, tijuanenses preparados para tener un club social, esto es un club familiar”.
Por lo que lanzó un llamado: “Señor gobernador, con el respeto que usted merece, lo invito a nuestras instalaciones para que usted vea lo que aquí menciono”.
Así lo comentó en una rueda de prensa el presidente del Club Campestre de Tijuana y algunos miembros del club acompañados del abogado Adolfo Solís, quien reiteró que ya inició una acción legal en contra de gobierno del estado sobre la posible expropiación de este Club.
“El club ha iniciado acciones legales, ha habido manipulación a las partidas registrales, esa modificación va a tener que revertirse, porque a nadie se le puede hacer dudosos sus derechos, la propiedad es uno de los derechos mas importantes del Estado mexicano”, expuso Solís.
El Club Campestre de Tijuana que el gobernador de Baja California quiere utilizar posee 50 hectáreas en áreas verdes, las cuales le pertenecen a más de 800 familias y cuenta con una historia de 73 años de fundación y dicen que no tienen adeudo con ninguno de los niveles de gobierno.
Toledo aseveró que “mienten los que afirman que no somos legítimos dueños, declaran falsamente los que aseguran que el Club Campestre tiene adeudos con las autoridades estatales y federales”.
Para otros, el tema de la expropiación no tiene ningún sentido, es un mero acto político y agresión contra los integrantes del club.
Mientras tanto, Roberto Quijano, socio del Club Campestre, detalló que “no entendemos lo que está sucediendo en el gobierno del estado, tanto el gobernador y demás funcionarios que han estado en este intento de expropiación, es un acto que no tiene sustento en la ley y que no tiene sustento en la razón y el sentido común”, puntualizó.
