Agencias.- Donald Trump ya no está en la Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos ha realizado su último vuelo en el avión presidencial Air Force One, rumbo a su nueva residencia en Palm Beach, en el estado de Florida., donde acaba de aterrizar. Trump se ha ido solo. Ni un sólo alto cargo de su Gobierno le ha ido a despedir ni a la Casa Blanca, de donde salió en helicóptero, ni a la base aérea de Andrews, desde donde despegó el avión.
Fiel a su estilo, el presidente se ha despedido con un mitin. El ‘Marine One’, su helicóptero, aterrizó en Andrews al ritmo del éxito de la música disco ‘Gloria’, de Umberto Tozzi, uno de los temas que suelen sonar al inicio de sus actos electorales. El presidente bajó la de aeronave, acompañado por su esposa, Melania, al compás de ‘Don’t Stop Believin’, un tema que introdujo un toque más guitarrero en lo que parecía un homenaje al disco de los ochenta.
A continuación, Trump habló a un pequeño grupo de seguidores y dejó el escenario con la canción ‘YMCA’, del también grupo de pop ochentero ‘The Village People’. Con precisión militar, en los altavoces de Andrews sonó el éxito de Frank SinatraMy Way mientras el Air Force One despegaba. Todo tuvo, así pues, la solidez institucional del episodio final de temporada de un reality show.
En su breve alocución a sus seguidores, Trump no decepcionó. Su discurso podría haber sido el de un jefe del Estado que deja el cargo tras perder unas elecciones o el de un candidato a las primarias de Iowa, algo en consonancia con la banda sonora. Trump celebró la subida de la Bolsa, dijo que hemos hecho “cosas increíbles”, y afirmó que el descubrimiento de la vacuna contra el Covid-19 “ha sido un milagro medico. “Decían que iba a llevar 9 años, 5 años, y ha llevado 9 meses”. Solo le faltó ponerse la gorra roja con la leyenda MAGA (‘Volver a hacer a Estados Unidos Grande Otra Vez’).
Concluida tan institucional ceremonia, Trump y Melania subieron a bordo del Air Force One, que despegó mientras Sinatra cantaba que “lo hice a mi manera”.
Donald Trump había convocado hoy a decenas de seguidores a una ceremonia de despedida en la base militar de Andrews, a 20 kilómetros de Washington, a las ocho de la mañana (dos de la tarde en España), cuatro horas antes de la investidura de Joe Biden. Trump planeaba un acto con toda la pompa -alfombra roja, banda militar y 21 salvas de rigor- pero el Pentágono ha intentado limitar al máximo su colaboración en el evento “alternativo”.